23 de setembro de 2007

O Jogo da Adrenalina

Que há na existência destes beijos????

Murmúrios inaudíveis, provenientes da alma, obrigam-me a colocar este fragmento do genial Cortázar, cada verso gira na minha cabeça, nas noites em que tenho tempo de meditar... deixo de atormentá-los, e posteio imediatamente este capítulo mais que excelente... (ansiando que o aprecies e interrogando-me que há de verdade na existência de beijos tão mágicos).

"...Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola, como si saliera de mi mano,como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar....
Hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí , para dibujarla con mi mano en tu cara , y que por un azar que no busco comprender,coincide exactamente con tu boca, que sonríe por debajo de la
mano que te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran respirando confundidos , las bocas se encuentran y luchan tibiamente. mordiéndose con los labios, apoyándose apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y silencioso. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo, mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura.
Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.
Y hay una sola saliva, y un sólo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí, como una luna
en el agua..."

(Capítulo 7, "Rayuela")
Cortázar

1 comentário:

Anónimo disse...

Que los textos no apaguen las velas jamás.
Hermoso, un gusto leerlo, como siempre.

besos
Munõz